martes, 4 de marzo de 2008

MUNDO ROBOT

TOKIO - En un laboratorio universitario de un suburbio de Tokio, estudiantes de ingeniería se encuentran programando un rostro robotizado para que simule seis expresiones básicas: ira, temor, tristeza, alegría, sorpresa y disgusto.

Conectado a una base de datos de palabras agrupadas por asociación, el robot –apodado Kansei, o “sensibilidad” – responde al término “guerra” temblando en un gesto que se asemeja al disgusto y al temor. Al escuchar “amor”, sus labios rosados sonríen.


“Para vivir entre personas, los robots deben manejar tareas sociales complejas”, comentó el líder del proyecto Junichi Takeno de la Universidad de Meiji. “Los robots tendrán que trabajar con emociones, comprenderlas y eventualmente sentirlas”.

Aunque los robots se encuentran lejos de alcanzar la complejidad emocional de los humanos, este país probablemente es el más cercano a un futuro en el que los humanos y robots inteligentes vivan el uno junto al otro e interactúen socialmente.
Los robots ya son algo común en fábricas de Japón, a tal grado que en ocasiones son recibidos en su primer día de trabajo con ceremonias religiosas Shinto. Los robots cocinan sushi. Plantan arroz y cuidan los arrozales.

Ya hay robots trabajando como recepcionistas, aspirando pasillos de oficinas, alimentando a ancianos. Sirven el té, dan la bienvenida a invitados de compañías y participan en exposiciones de tecnología abiertas al público.

No todos los robots son antropomorfos (es decir, con forma humana). El Paro es un robot de peluche con sensores debajo de su pelo y bigotes, diseñado para consolar a los solitarios abriendo y cerrando sus ojos y moviendo sus aletas.

Para Japón, la revolución robótica es un asunto imprescindible. Tomando en cuenta que más de una quinta parte de la población es de 65 años o más, el país cuenta con que los robots suplan la mano de obra faltante y cuiden de los ancianos.

En años recientes, el gobierno ha patrocinado una gran cantidad de esfuerzos relacionados con los robots, incluyendo cerca de 42 millones de dólares por la primera fase de un proyecto de robots antropomorfos, y 10 millones anuales entre 2006 y 2010 para desarrollar tecnologías robóticas clave.

El gobierno calcula que la industria podría aumentar de los cerca de 5.2 mil millones de dólares de 2006 a 26 mil millones para 2010, y a casi 70 mil millones para 2025.


Además de por el poder financiero y tecnológico, el auge de los robots también se ve favorecido por la mentalidad japonesa.

Por mucho tiempo, los robots han sido representados como amistosos ayudantes en la cultura popular japonesa, concepción por completo distinta a la de la ciencia ficción occidental, donde por lo general los robots aparecen como máquinas rebeldes y violentas.

Este es, después de todo, el país que inventó el Tamagotchi, las mascotas virtuales que cautivaron a niños de todo el mundo.

Aun así, Japón enfrenta un gran reto en dar el salto –tanto comercial como culturalmente– de los juguetes, artefactos y robots experimentales producidos por laboratorios como Takeno para desarrollar reemplazos que cualquier persona pueda adquirir y utilizar con seguridad.

“Japón es el único país del mundo donde todo mundo cuenta con retrete eléctrico” y Junichi Takeno dijo que; "Podríamos estar frente a una revolución robótica”. Tal revolución se ha estado desarrollando por algún tiempo.

Japón ya es un importante centro de producción de robots industriales. En 2005, más de 370 mil robots trabajaron en fábricas de todo el país, generando el 40 por ciento del total productos electronicos.

Ninguno exigirá el pago de horas extras ni cobrará una pensión al jubilarse.
“El costo de la maquinaria va bajar con el tiempo, y los costos de la mano de obra subirán”, dijo Eimei Onaga, presidente y director general de Innovation Matrix Inc., compañía distribuidora de tecnología robótica japonesa en Estados Unidos. “Pronto, los robots incluso podrían reemplazar a trabajadores de bajo coste en pequeñas empresas, lo cual impulsaría de manera considerable la productividad”.

Eso es precisamente lo que espera el gobierno japonés. Un plan nacional de tecnología de 2007 realizado por el Ministro de Comercio pide que 1 millón de robots industriales sean instalados por todo el país para 2025. (¿Bubblegumcrisis 2033 no estas tan lejos?)

Un solo robot puede reemplazar a unos 10 empleados, de acuerdo con el plan, lo cual significa que un futuro ejército de un millón de trabajadores robots podría reemplazar a 10 millones de humanos. Tal cantidad sería aproximadamente el 15 por ciento de la actual mano de obra.

FUENTE http://www.diario.com.mx/nota.php?notaid=2669929fec4d381f8dbc040dbc0fccbe

1 comentario:

Unknown dijo...

En mi fabrica tenemos dos robots, no atropomorficos que realizan un trabajo que es bastante penoso para el hombre.

Antes lo hacía una persona, pero cuando se jubiló fue sustituido por esos robots que trabajan tres turnos y no toman café.

Además el trabajo que hacía era bastante manual y siempre habái problemas porque era díficl auqe dos piezas saliesen iguales. Ahora el robot las hace todas idénticas.