domingo, 14 de noviembre de 2010

Alien 1979



¿Terror? ¿Ciencia ficción? Decisión arriesgada y discutible, pero en realidad, está claro para cualquier espectador que esta película de Ridley Scott contiene ambos elementos, también es una estupenda cinta de aventuras en el espacio.


El guión inicialmente escrito era una parodia de ciencia ficción, escrito por Dan O'Bannon, un tipo bastante interesante que se ha movido poco, pero contundentemente, regalándonos joyas de todo tipo, amén de sus estupendos guiones. Su guión fue vendido a la FOX, que tras pasarlo por varios retoques de diversos guionistas e la casa, encargó el trabajo al director inglés Ridley Scott, por aquel entonces todavía desconocido, con una sola película destacable, "Los duelistas". Scott aceptó el reto y comenzó el rodaje, contratando a HR Giger para que diseñase a su Alien, a Jerry Goldsmith para que compusiera la banda sonora, de tintes épicos, y a Sigourney Weaver para que interpretase a la oficial Ripley. El resto es historia...
En un futuro no determinado, el ser humano se ha lanzado ya a la conquista del espacio. Un carguero industrial, el Nostromo, traslada toneladas de minerales para su comercio, con destino a la Tierra. Los tripulantes de la nave duermen en un sueño de hibernación, pues de otra manera no sobrevivirían al viaje, pero algo sucede en las computadoras de la nave, y esta los despierta cuanto todavía faltan varios meses para llegar a la Tierra.

Los tripulantes de la nave se reúnen para tomar café y comer, y finalmente descubren que todavía les queda un largo viaje. Su capitán, Dallas (Tom Skerrit, excelente) les explica que según la computadora, se ha recibido una señal de otro planeta, y están obligados por contrato a comprobar todo tipo de transmisiones desconocidas. Dallas viajará a un inhóspito planeta junto a Lambert (Veronica Carwright) y Kane (John Hurt). Allí hallarán restos fósiles de una civilización antigua, pero aparentemente, no hay vida. Sin embargo, Kane descubrirá una enorme colonia de extraños huevos, y cuando los está inspeccionando, uno de ellos sale disparado, enganchándose a su cabeza. De vuelta a la nave, parece que no hay forma de quitárselo, pero poco después, esa extraña cosa aparece muerta y Kane revive sin recordar nada. Sin embargo, durante la comida, el pecho de Kane estalla violentamente y de él sale un pequeño monstruo que escapará de la tripulación, la cual quiere dar caza al ser, salvo el oficial científico, Ash (Ian Holm) que insiste en preservarlo para estudiarlo en la Tierra...

La cantidad de cosas que se pueden reseñar acerca de esta película son infinitas. Su extraordinaria banda sonora, que remarca hasta que punto el espacio puede ser un lugar solitario y aterrador, la fotografía, que nos revela un futuro muy parecido al presente, un lugar sucio, oscuro, donde todo falla, las máquinas se averían y las personas pierden el control ante las situaciones extremas, las actuaciones, todas geniales, desde un Tom Skerrit que afronta el difícil reto de ser el protagonista de la película durante la primera mitad de su metraje, para luego morir y dejar paso a la oficial Ripley, que en todo momento se muestra como el personaje más reflexivo, al contrario que la otra fémina de la nave, Lambert, una mujer histérica incapaz de afrontar el terror que llega a instalarse en el Nostromo, Ash, el supuesto "oficial científico" que es en realidad un androide enviado por "La compañía" (misteriosa y todopoderosa corporación que ha enviado la nave al planeta de los aliens a proposito, para conseguir un ejemplar que utilizar como arma) un ser que parece en principio tan reflexivo y frío como Ripley, pero entre ambos se establece una tensión que estallará cuando la tripulación descubra la verdadera naturaleza de Ash... por un lado, están todos estos "tripulantes" y por otro, estableciendo una clase social inferior, los peones de la nave, Brett (Harry Dean Stanton) y Parker (Yappet Kotto) dos "camioneros del espacio" como alguien los definió, cínicos y ajenos a todo lo que sucede. Los operarios se mostrarán siempre irreverentes y preocupados tan solo por su sueldo, hasta que la amenaza cobra vida.

Por otra parte, era en aquel momento extremadamente novedosa la idea y concepción del alien, un ser que pasa por distintas fases de transformación, desde un ser con visos de cangrejo que aprovecha los cuerpos humanos como "úteros" involuntarios, al alien en si, que al principio es una especie de gusano, pero va pasando por diversas fases y cambios de piel, hasta convertirse en un monstruo, una máquina de matar, un superviviente. Los convincentes efectos especiales, de Carlo Rambaldi (Dune, ET, King Kong...) recrean a la perfección tanto los diversos diseños de Giger de una criatura tan terrible que apenas la vislumbramos, como de las muertes (la primera de ellas es prácticamente gore, agónica).

Alien, el octavo pasajero, se convirtió en 1979 en una película revolucionaria, que presentaba a un monstruo contra el que nada se podía hacer, un ser con el que no se puede razonar, frío e inmortal, y nos lo presentaba en un marco muy convincente, con unos más que interesantes personajes. Es particularmente acertada la frase promocional "En el espacio, nadie puede oír tus gritos" que se ocupa de resaltar el hecho de que los personajes no podrán huir ni esconderse, están absolutamente solos, y cuentan únicamente con su propio ingenio. Imprescindible, muy entretenida y disfrutable, y a ratos, desasosegante.

Por supuesto, contó con secuelas, a mi entender, la única destacable es "Aliens el regreso" entretenida cinta de acción, con Sigourney Weaver como ama de la función. Disfrutable, pero lejos de la original. Alien 3 fue una decepción generalizada, una película aburrida que intentaba volver a los orígenes del terror y la soledad del espacio, sin conseguirlo en absoluto Alien Resurrection intentí crear algo parecido, dar empaque al producto, y tiene momentos memorables, pero no se quita el calificativo de mediocre.

Innumerables series de cómics sobre los aliens inundan el mercado, donde se los empareja con otro extraterrestre carismático de los ochenta, el Depredador. Como la original, nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El terror en el espacio es una excelente contradicción:
estar atrapado en el espacio, en el espacio infinito ¿cómo poder estar atrapado en un lugar en donde podemos escapar por siempre? El hecho de estar en el espacio y no poder escapar es circunstancial. No es que no podamos escapar por estar en el espacio, de lo que no podemos escapar es de nuestra propia naturaleza.

Se viene otra de extraterrestres, pinta que es demasiado comercial, pero al pueblo se le da vino y pan, y felices:
"Invasión a la tierra: Batalla Los Ángeles".

MAK dijo...

ja,... Muy buen comentario Alvaro !! Saludos