Así es como debe ser una pelicula de Dreadd: violenta, simple y con una estetica cyberpunk actual. Es decir no se trata de imitar burdamente a blade runner como en la Dredd de Silvester stalone (1995) sino que es un mundo construido en las cenizas de una guerra nuclear, pero con un escenario muy actual, con manifestaciones constantes pobreza (miseria, mejor dicho) rampante y delincuencia sin control.
Karl Urban personifica un Dredd creible y verosimil y muy fiel a las historietas. Nunca se lo ve sonrreir y jamas se le ve el rostro. El personaje es una maquina de justicia que barre las calles. Para lograr algo de empatia emocional con el espectador se introduce en el guion a la cadete Judge Anderson, interpretada muy bien por Olivia Thirlby. Ella va creciendo y evolucionando a lo largo de la pelicula hasta tal punto que incluso Dreed siente respeto por ella.
Por último (pero no menos importante) es de destacar la genial actuacion de Lena Headley, que se pone en el papel de la villana de turno. Salvaje, violenta, adicta y sadica, ella es la jefa de la mafia que controla una sección de la Mega ciudad. No quiero spoilear pero me gusto tanto su actuacion que es una lastima que no haya alguna escena mas con el personaje.
Lo que no me gusto mucho fue el diseño de la motocicleta de Dredd que me parecio muy barato y pobre. Pero es solo un detalle y no cumple un rol tan importante en la pelicula. Tambiém las escenas en slow motion me resutlaron un poco largas.. pero son detalles.. en definitiva una pelicula que me sorprendió y me recordó ese nivel de violencia que nos tenia acostumbrado el cine de USA en los 80s.. ja ja
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